Dícese de una vez que no fue. Puesto que para ser, hay que creer. Y, esta pequeña historia, estaba a punto de creerse pero, en el preciso instante en el que se dio cuenta que era, no fue. Así fue. Pues te cuento lo que me cuentan, y escribo solo lo que oigo en el camino, más otro poquito que me invento. Porque caminan-do ando y lo que recojo siento. Y, mejor me siento, que tengo mucho que contarte.
0 LECTORES HAN OPINADO:
Publicar un comentario